sábado, 14 de marzo de 2015

LA RADIONOVELA

En las décadas del 40 y 50, llega a Colombia la radionovela, esas historias que entretuvieron y cautivaron a antiguas generaciones, con relatos de amor, intriga, venganza, pasión y por qué no, también de odio. Los recuerdos de estas historias aún permanecen en la memoria de nuestras abuelas y abuelos,gracias a la increíble narración de la historia, que permitía que las personas imaginaran lo que estaba sucediendo.

Las radionovelas fueron escuchadas en el país, hasta la década de los 70, afortunadamente para las generaciones pasadas, el género de la radionovela vivió durante cerca de tres décadas, espacio en el que este proceso de fantasía se mantuvo en diversos horarios, a través de innumerables títulos de historias. Oscilaban entre historias idílicas de amor, hasta batallas campales con superhéroes, destacándose títulos como “Kaliman, el hombre increíble”, original de México, pero que en Colombia alcanzó los más altos índices de audiencia; “Los cisnes azules”, “Renzo el Gitano”, “Kadir el Árabe” y “León de Francia”, entre otros.



Este género tuvo su origen en Cuba, en ese momento Fernando Londoño Henao, directivo de Caracol, adquirió para Colombia los derechos de adaptación de la legendaria “El Derecho de Nacer” original de Félix B. Caignet, obra que más adelante  se transmitía en varios países de Latinoamérica y era caracterizada por actores nativos, como fue el caso de Manuel Pachón, quien interpretó a Albertico Limonta, protagonista de dicha radionovela para Colombia.

Todos los títulos de radionovela permitían al radioescucha despegar de su asiento y trasladarse a la escena, porque el género pretendía una cercana vinculación con su público. Desde la cotidianidad, la maravilla o la fantasía, el radioyente visualizaba los hechos, con una particularidad: era la perspectiva de cada quien, y no existía una igual a otra, porque el sólo escuchar permitía la singularidad del mensaje, no desde el emisor –porque lo que se radiaba era un capítulo de la historia-, pero sí, en el receptor, que interpretaba de modo diverso lo narrado.

Las voces de Lucy Colombia, quien protagonizo a la  Novia de Kaliman,  Jaime Ayala, actor de radionovelas del momento, Luis Carlos Valencia, payanes. Jorge Racero, Jairo Patiño, Luis Carlos Valencia, recuerdan cómo las radionovelas invitaban a las familias a reunirse para escuchar el  juego de voces y efectos que les permitía trasladarse a un mundo fantástico.  Momentos  bellos e inolvidables que se vivían a la hora de comer juntos, con padres, hermanos, abuelos, tíos y vecinos. 

A continuación, el primer capítulo de la radionovela Kaliman:



http://www.senalmemoria.gov.co/index.php/home/historias-de-radio/item/313-la-radionovela-fue-un-g%C3%A9nero-radial-que-marco-a-toda-una-generaci%C3%B3n

6 comentarios:

  1. La radionovela, buen implemento que lleva a cabo y una forma muy buena de entretener y recrear a la gente.

    ResponderEliminar
  2. Sería bueno que la radionovela tomará auge de nuevo, es una forma muy completa e interesante de contar una historia. Gracias por anexar el capítulo de Kaliman.

    ResponderEliminar
  3. Lo maravilloso de las radionovelas era la manera de hacer que los oyentes imaginaran y recrearan historias, además de hacer que los efectos de cabina se sintieran tan reales.

    ResponderEliminar
  4. Una excelente forma de educar en diferentes aspectos.

    ResponderEliminar
  5. Es muy chido recordar como la radionovela con solo escuchar e imaginarnos los acontecimientos lograba sumergirnos en sus historias

    ResponderEliminar
  6. Estoy de acuerdo con César Valencia, era genial la capacidad interpretativa de los personajes, como lograban enganchar a los oyentes con sus historias, considero que es un trabajo de admirar ya que aquí, solo prima el talento.

    ResponderEliminar